Es una toxina que se utiliza para disminuir las arrugas que se presentan en la frente y alrededor de los ojos. Se inyectan pequeñas dosis de Botox para relajar y paralizar los músculos haciendo que las arrugas y líneas se suavicen.
Con el Botox, los resultados se ven alrededor de una semana y el efecto puede durar entre 4 a 5 meses. Después de estos, los músculos van recobrando su movilidad y por lo tanto las líneas y las arrugas vuelven a aparecer.
Las zonas que se utilizan para la aplicación son el entrecejo, patas de gallina, cuello y alrededor de la boca.