Los hilos tensores PDO son uno de los tratamientos de rejuvenecimiento facial más innovadores que está aprobado por la FDA y viene desde Japón y Corea. Es una de las alternativas para tonificar, devolver firmeza al óvalo facial, tensar la piel del cuello y rejuvenecer sin cirugías. El resultado puede durar hasta 2 años.

Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, donde se implantan de forma subcutánea unos hilos tensores PDO (material soluble de polidioxanona) que se utiliza convencionalmente para la sutura de los tejidos cardio-vasculares, así que no causa ningún problema alérgico una vez que se aplican. Es un procedimiento muy sencillo y seguro. Se realiza una especie de malla con hilos cruzados que sujete el tejido facial creando un efecto lifting, suprimiendo las arrugas, recuperando un aspecto juvenil, sin cirugía. No requiere ningún tipo de incapacidad.

Este hilo se disuelve gradualmente de 6 a 8 meses, sin dejar residuos que puedan causar cualquier efecto. Los hilos estimulan una contracción del colágeno subcutáneo, reconstruyendo de nuevo el sistema vascular y mejorando la circulación de la sangre, con el fin de crear una piel joven y saludable. La piel continuará mejorando gradualmente cada mes manteniendo los resultados de uno a dos años.

Los efectos que generan los hilos de PDO son: producción de colágeno, disminución de arrugas, mejora notablemente el contorno facial, efecto tensor y dará a la piel una apariencia muy lozana y con brillo. Es muy utilizado en zonas con flacidez como antebrazos, caderas y abdomen.

Es importante aclarar que los hilos de colágeno no son los mismos hilos rusos que provocaban reacciones adversas como endurecimiento en la zona tratada y los cuales no eran reabsorbibles.